SEMANA DEL 18 AL 29 DE MARZO


Y que contar cuando no quieres hablar, que contar cuando ni siquiera tienes voz ya, cuando todo a tu alrededor oscurece y no ves la claridad, porque lo único que te alumbraba era la luz de esa persona y ya no está. Miles de preguntas vienen a mi cabeza, ¿habrá sido culpa mía? ¿lo habré aprovechado lo suficiente? ¿Ha sido toda una farsa? Tal vez ninguna de estas preguntas tenga respuesta, o tal vez sí, ¿Quién lo puede saber?
Desde pequeña he sido muy familiar, demasiado diría yo; la verdad es que escribiendo esto me estoy dirigiendo a muchas personas que han pasado a lo largo de mi vida y ya no están, o si están, pero es como si no lo estuvieran; éstas están solo en mi cabeza, y mi boca esta cerrada. Ha algo dentro de mí le encantaría que esas personas lo leyeran, para que se dieran cuenta del daño que hacen sin querer, o quizás si que saben que están haciendo daño, pero no les importa, o tal vez si que les importe, pero solo miran por ellos. En cuanto a la familia, el tema con el que he empezado, diría que ojalá todo fuera bonito y perfecto como parece, pero es imposible. La vida te enseña día tras día a superar a esta misma, y hay que hacerlo, a veces pegando saltos y otras puede que, arrastrándose, pero hay que hacerlo, intentarlo al menos.
Hoy es domingo y la verdad es que no estoy en mi mejor día, muchos temas me vienen a la cabeza, sobre los que estar preocupada y por los que llorar, pero aquí sigo, sólida, entera, sin derramar ni una sola lágrima, en un día de los que como he dicho antes al menos hay que continuar, y hoy yo continúo arrastrándome, no puedo hacerlo de otra forma. Hoy no puedo dar ningún otro mensaje que no sea este. Esto se me pasará, no hay que darle importancia.

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